Enero 2020: El asesinato de Jorge Mora que adelantó marzo
El primer mes del año transitó entre un comienzo con una alta dosis de alteración pública con las protestas contra la PSU, con posteriores hechos de mucha violencia, focalizada especialmente en el sector sur de Pudahuel y una posterior relativa calma, enfocada en el posicionamiento político en las opciones Apruebo y Rechazo por parte de la clase política y la irrupción de nuevas opciones partidistas (PAF y Partido por la Dignidad). Mes que culminó con una desatada violencia callejera generada por un dramático atropello a la salida del estadio.
Al finalizar enero, cuando todos creían que el retorno del fútbol, después de tres meses de inactividad, traería consigo solo consignas y gritos propios de los estadios, durante la primera fecha del torneo nacional ocurrió un dramático hecho que aceleró y despertó el malestar social que parecía haber bajado de intensidad durante el primer mes del año.
Tras el encuentro de Colo Colo con Palestino, jugado en el Estadio Monumental, el martes 28 de enero, se registraron fuertes enfrentamientos entre grupos de seguidores del club albo y Carabineros, que tuvieron su momento cúlmine con el brutal atropello de camión de transporte de caballos de la institución policial en contra de Jorge Mora, perteneciente a la Garra Blanca, quien falleció a los minutos mientras era trasladado a un centro asistencial de la zona.
Este trágico hecho, que dejó al autor del atropello (un cabo de Carabineros) con medidas cautelares de firma mensual y prohibición de salir del país, desató una ola protestas en Santiago y regiones que culminaron duros enfrentamientos, saqueos, represión y otra víctima fatal: Ariel Moreno, de 24 años que falleció tras recibir un impacto de proyectil en la cabeza la madrugada del jueves, durante manifestaciones por la muerte de Jorge Mora. Todo ello, sumado a la indignación que provocaron las palabras de la jueza vio la audiencia de formalización, Andrea Acevedo, quien al momento de leer su falló emitió una serie de polémicas declaraciones. Sin existencia de peritajes, especuló que la víctima pudo cometer “una exposición imprudente» o encontrarse en “estado etílico”, ya que “venía saliendo de un partido de fútbol”. Palabras que causaron profunda molestia por denotar un alto grado de prejuicio.
Pero el convulso enero se comenzó a crispar con las manifestaciones de agrupaciones de escolares en diversos establecimientos donde se debía rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU), protestas que alteraron el normal desarrollo de la prueba y que puso en entredicho a la misma, por su carácter discriminatorio y segregador. El atropello de un joven por parte de una patrulla de Carabineros durante manifestaciones anti PSU en Pudahuel, desató una ola de protestas en la comuna, que tuvo como respuesta una sostenida represión durante varias noches. Tanto, que el INDH tuvo que enviar funcionarios a constatar las denuncias por violación a los derechos humanos por parte de la policía uniformada.
A nivel nacional, los emisarios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) comenzaron su recorrido por el país, donde se reunieron con gran cantidad de personas que acusan la vulneración de sus derechos fundamentales por parte de agentes del Estado.
Los partidos se definen
Mientras la agenda en torno al plebiscito se toma el control en los medios, los partidos de gobierno se definen frente al plebiscito: salvo contadas excepciones, la UDI monolítica detrás del Rechazo; RN, dando libertad de acción a sus militantes, al igual que Evópoli, que optó por el Apruebo. Todo, en un marco de sostenida baja aprobación de Piñera que marcó un histórico 6% según encuesta CEP. Sin dudas, un gran dolor de cabeza, que se suma al hecho fuera declarada admisible querella contra él por delitos de lesa humanidad por parte del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.
Mientras tanto, en el Congreso se siguieron moviendo las piezas, entre interpelaciones a cuatro ministros de Piñera y la aprobación del proyecto antibarricadas y antisaqueos del gobierno. Para la posteridad quedará la declaración del ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien el 8 de enero durante la interpelación a la que fue sujeto, se despachó una frase que lo perseguirá durante toda su gestión: “Creo que es justo decir que tenemos hoy día que los libros de reclamos de las Compines están llenos de felicitaciones por la dedicación del personal, por la calidad… No soy yo, son nuestros trabajadores”.